(Papel 250 grs - 29,7x21cm. Acuarela y tinta)
Si piensas que tu cajón de los cubiertos es un desastre, decirte que no estás solo/sola.
Un reciente estudio aparecido en la prestigiosa publicación American Knives, y realizado por el departamento de estadística y nutrición de la universidad de Wichita (Kansas), ha descubierto que el 93% de los hogares estadounidenses cuentan con sobrepoblación de cubiertos, y lo que es más sorprendente que el 72% de ellos desconoce el origen de los dos tercios de su cubertería. Este porcentaje aumenta al 98% si hablamos de cuchillos.
Según los directores del estudio, los profesores Stéphane Fourchetti y Kathleen J. Cuillers, en los últimos años ha aumentado de forma alarmante el número de estos cortantes utensilios de cocina de dudosa procedencia. "Muchos tenemos cuchillos en casa que no usamos habitualmente pero debido a la forma de vida actual no nos paramos a pensar acerca de su origen", comenta Cuillers.
Este estudio ha llegado a causar gran revuelo, incluso la NKA (Asociación Nacional del Machete Dentado, Cuchillos de Supervivencia y Navajas) ha llegado a declarar, "Este tema que puede parecer banal, está a punto de convertirse en un problema de seguridad nacional. En nuestro país, la gran parte de los jóvenes unta la mantequilla de cacahuete con un cuchillo del que no conocemos nada, y sus padres no son conscientes del grave daño para su salud y para la nación que esto produce".
Bueno, bueno, bueno... si has llegado hasta aquí leyendo, seguramente eres de esas personas de dudable salud mental que se leen hasta la etiqueta del champú, háztelo mirar. Siguiendo con el tema de hoy, el cuchillo al que más aprecio tengo de casa, por su inutilidad y porque no sé de dónde salió, es uno con el mango con forma de remolacha (c.4 en el dibujo). Me encanta untar con él margarina de marca blanca por las mañanas en un biscote integral y luego comerme un mollete con aceite y un café.